La conciliación bancaria es uno de los procesos clave dentro de la gestión financiera de cualquier empresa. Consiste, esencialmente, en comparar los registros internos de una organización —como la contabilidad o los sistemas ERP— con los movimientos que aparecen en el estado de cuenta del banco.
Este proceso permite detectar diferencias, errores, omisiones o movimientos no autorizados, asegurando que la información financiera sea precisa y confiable.
¿Por qué es necesario conciliar?
Aunque muchas empresas dan por hecho que sus registros contables y los saldos bancarios deberían coincidir, lo cierto es que hay múltiples razones por las que pueden surgir diferencias:
-
Pagos registrados internamente pero aún no procesados por el banco.
-
Comisiones, débitos o intereses que no están reflejados en contabilidad.
-
Transacciones duplicadas o faltantes.
-
Errores humanos o mal registro de movimientos.
Realizar conciliaciones bancarias periódicas ayuda a prevenir fraudes, detectar errores a tiempo y mantener una contabilidad clara. Es fundamental para una buena toma de decisiones.
Tipos de conciliación bancaria: mucho más que banco vs contabilidad
Cuando hablamos de conciliación bancaria, solemos pensar solo en el cruce entre el banco y el mayor contable. Sin embargo, en la práctica, ese paso suele ser el último dentro de un flujo más completo.
Veamos algunos tipos comunes:
🔹 Conciliación de ingresos
Primero se comparan las ventas registradas con los vouchers o reportes generados por procesadores de pago (por ejemplo, adquirentes de tarjetas). Este paso permite saber si lo vendido fue efectivamente cobrado.
🔹 Conciliación de medios de pago
En ventas por tarjeta, redes de cobranza u otros medios indirectos, se compara lo liquidado por el proveedor (Getnet, Fiserv, Visanet, etc.) con los depósitos bancarios. Aquí es donde se identifican descuentos por comisiones, errores o inconsistencias.
👉 Para más detalles sobre este tema, te recomendamos nuestro artículo:
Claves para simplificar la conciliación de medios de pago
🔹 Conciliación contable vs banco
Este es el paso final. Se verifica que lo registrado en la contabilidad interna coincida con los movimientos bancarios reales. Es el chequeo que cierra el ciclo.
¿Cada cuánto se debe hacer una conciliación bancaria?
Depende del volumen de movimientos y del nivel de control que quiera mantener la empresa. En general:
-
Empresas con alta transaccionalidad: diaria o semanal.
-
Empresas con menos movimientos: mensual.
Lo importante es que el proceso sea sistemático, esté documentado y, si es posible, automatizado.
Conclusión
La conciliación bancaria no es solo una rutina administrativa: es una herramienta esencial para garantizar el orden financiero y la toma de decisiones informadas. Cuanto más compleja es la operación, más importante se vuelve automatizarla y gestionarla de forma eficiente.
En DaMap, automatizamos el control entre lo que vendés, cobrás y te depositan, ayudando a las empresas a liberarse de procesos manuales y enfocarse en lo estratégico.